Aspectos básicos de la unidad Bactófuga: cómo lograr productos lácteos de máxima calidad
La eliminación de bacterias y esporas es una de las principales prioridades para la elaboración de quesos y otros procesos lácteos. Las unidades bactófugas cerradas eliminan eficazmente las esporas y las bacterias, a la vez que tratan el producto con delicadeza para facilitar la obtención de una calidad superior del producto final.
La leche cruda contiene una gran cantidad de microorganismos. La gran mayoría no sobrevive a la pasteurización, pero algunos sí, lo que incluye las esporas, que son capaces de provocar un nuevo crecimiento bacteriano. La proliferación de bacterias no deseadas puede causar problemas, especialmente durante la maduración del queso. En particular, existen dos tipos de clostridium que pueden degradar la calidad del queso.
Las bacterias Clostridium butyricum y Clostridium tyrobutyricum se originan en el suelo y pueden ir a parar al ensilado utilizado para la alimentación del ganado. El clima lluvioso durante la producción de ensilaje puede aumentar la concentración de esporas de clostridium en el suelo, lo que provoca una mayor carga en la leche cruda. Las esporas clostridiales que entran en el proceso de elaboración del queso pueden producir gas hidrógeno, lo cual provoca grietas, infla el queso y causa sabores desagradables.
Se pueden utilizar diferentes métodos para limitar la cantidad de esporas en el queso. Uno de ellos es utilizar una unidad Bactófuga, un tipo de separador que elimina los microbios por medio de la fuerza centrífuga.
Una unidad Bactófuga reduce eficazmente la presencia de esporas clostridiales en la leche y es un componente habitual en las líneas de tratamiento previo de la leche para quesos y la producción de leche de consumo, así como para la leche y el suero destinados a la elaboración de polvo. “La ausencia de aire minimiza el riesgo de que se reduzca el tamaño de las partículas y los agregados, lo que permite una mayor eficacia en la eliminación de esporas y bacterias”, afirma Ulrika Rehn, especialista en centrífugas de productos lácteos de Tetra Pak.
A diferencia de los modelos de la competencia, las unidades de Bactófuga Tetra Pak tratan el producto con mucha delicadeza. El producto ingresa en el recipiente de la Bactófuga delicadamente y se acelera gradualmente a medida que pasa a través de un eje giratorio hueco.
La entrada de aire en este punto del proceso podría fracturar los glóbulos de grasa del producto y provocar la formación de espuma en el producto aguas abajo. Las unidades de Bactófuga Tetra Pak evitan que se produzcan estos problemas.
Unidad Bactófuga Tetra Pak®
Las unidades de Bactófuga Tetra Pak® se incorporan tradicionalmente en el tratamiento previo de la leche para quesos, cuando normalmente se eliminan las esporas ácidas de la mantequilla (esporas anaeróbicas). Las unidades de Bactófuga también se utilizan para mejorar la calidad de los polvos, la leche de consumo y la crema, en los que se eliminan las esporas típicamente aeróbicas (por ejemplo, Bacillus Cerus).
