Cómo diseñar la disposición óptima del intercambiador de calor para sus necesidades
Invertir en un intercambiador de calor no es como elegir un electrodoméstico listo para usar. Es necesario configurar una solución de intercambiador de calor para que se adapte a una línea de producción y a necesidades específicas.
Un proveedor especializado analizará su proceso de producción y sus planes futuros antes de configurar una solución adaptada específicamente a sus necesidades. Eso es lo que siempre hacemos en Tetra Pak. Aquí explicamos cómo.
El primer paso es tener claro qué productos se producen y cómo se producen. La necesidades de intercambiadores de calor variarán en función del producto, ya sea leche, yogur, jugo, kétchup, vino o cualquier otro.
Existen tres tipos principales de intercambiadores de calor: de placas, tubulares y de superficie raspada. Para obtener un efecto óptimo se necesitarán intercambiadores de una o más clases (a veces las tres) en una misma línea.
La cantidad de unidades y su tamaño dependerán de cinco variables principales: el tipo de producto, el tipo de proceso, la cantidad que produzca, el consumo de energía y el tiempo de producción.
Para crear el diseño adecuado, los datos de viscosidad del producto son una fuente fundamental de información. La viscosidad puede cambiar durante el tratamiento térmico, por lo cual se requieren diferentes combinaciones de intercambiadores de calor.
Una base de datos con 8 000 productos alimentarios
“Los ingenieros de Tetra Pak a menudo combinan placas con tubos, y también utilizan diferentes tamaños de carcasas y tubos interiores para el mismo producto, dependiendo de cómo cambia el fluido con la temperatura”, dice Inge Kristensson, especialista en Aplicaciones de Tetra Pak para Transferencia de calor.
Explica lo siguiente: “Cuando el cliente tiene un producto complejo y quizás más viscoso, normalmente pedimos que se envíen al laboratorio de Tetra Pak muestras procesadas y no procesadas, para realizar mediciones desde el punto de vista de la viscosidad. A continuación, los datos se almacenan en nuestra base de datos de unos 8 000 productos. A partir de los datos medidos, podemos decidir el tamaño, el número y el tipo de intercambiadores de calor y configurar la disposición según las necesidades de producción del cliente”.
Otros datos importantes son el contenido de cloruro, la presencia o ausencia de partículas y fibras, los tiempos de funcionamiento previstos y el consumo de energía deseado.
Todo eso afecta el diseño y la configuración de su intercambiador de calor.
“Tenemos una gran cantidad de tubos y placas de diferentes tamaños: unas 15 000 piezas diferentes que podemos ensamblar. Lo que hacemos es combinarlas. En eso consiste la configuración”, dice Kristensson.
Hecho a medida
El proceso se parece al de un arquitecto que diseña un edificio. El cliente especifica la finalidad del edificio y, tal vez, algunos aspectos como la cantidad de habitaciones o plantas. Luego, el arquitecto elabora un diseño que cumpla con esos requisitos.
Tetra Pak lo hace utilizando su propia y compleja herramienta de diseño técnico, Quantum, combinada con datos de la base de datos única de 8 000 productos mencionada anteriormente.
Según Kristensson, a menudo los clientes creen que necesitan un tipo de intercambiador de calor cuando, en realidad, otro tipo haría el trabajo mucho mejor, tanto desde el punto de vista de la calidad de producto como del costo.
“Es en este sentido que, gracias a nuestras décadas de experiencia y conocimientos, le guiaremos para que haga la elección idónea para su producción”.
Descargar la lista de verificación “Cinco cosas a tener en cuenta antes de invertir”
Invertir en un nuevo intercambiador de calor puede tener un impacto significativo en las operaciones. Por lo tanto, ¿qué es lo que hay que tener en cuenta antes de invertir? Descargar nuestro PDF con la lista de las cinco cosas a tener en cuenta antes de comprar un intercambiador de calor.
Intercambiadores de calor con resultados consistentes y de alta calidad
Independientemente de si está cocinando albóndigas con salsa, jalea con fresas, pudín de chocolate o leche fresca común y corriente, el proceso requiere un tratamiento térmico, lo que generalmente implica el uso de intercambiadores de calor. La elección de los intercambiadores de calor depende de las características del producto en cuestión, como su viscosidad y el tamaño de las partículas. Los productos más complejos y difíciles, con partículas y viscosidad variable o más alta, requieren intercambiadores de calor con un diseño de conductos más complejo para permitir que los productos fluyan correctamente.
