30 de junio de 2025
A medida que gana impulso la preocupación por utilizar mejor nuestros recursos, es fácil dar por sentado que el reciclaje es la meta final. Pero el reciclaje es apenas una pieza del rompecabezas. La auténtica circularidad es algo más amplio, ambicioso y colaborativo.
Según Ellen MacArthur Foundation, una economía circular se basa en tres principios fundamentales:
1. Eliminar los desechos y la polución
2. Mantener los productos y materiales en uso
3. Regenerar los sistemas naturales
Este artículo explora cómo esos principios están pasando de la teoría a la acción. Las soluciones circulares deben tomar en cuenta no solo cómo se diseñan y reciclan los envases, sino también cómo los equipos y servicios pueden ayudar a reducir el uso de materiales, evitar los desechos, mejorar la reciclabilidad y prolongar la vida útil. En este artículo, nos concentramos en los envases y en cómo los envases de cartón, en particular, están ayudando a llevar a la práctica los principios de la economía circular.
Kinga Sieradzon, vicepresidenta de Operaciones de sostenibilidad de Tetra Pak, lo explica de esta manera:
«Enfrentamos la realidad de que nuestro sistema alimentario aún utiliza una cantidad sustancial de recursos. Es nuestra responsabilidad, como líderes de la industria, apoyar la transición hacia una economía circular».
Por supuesto, la función principal de cualquier envase de alimentos es proteger el contenido, agrega Kinga. Los envases asépticos mantienen la seguridad de los alimentos durante meses sin necesidad de conservantes ni de refrigeración, que requiere mucha energía. Al prolongar la vida útil, los envases de cartón amplían el acceso a los alimentos, con lo que ayudan a reducir la pérdida de alimentos y el desperdicio a lo largo de toda la cadena de suministro.
Si los envases van a tener una segunda vida, ese futuro debe tenerse presente al diseñarlos. Eso significa pensar en todo su recorrido: de dónde vienen sus materiales, cómo se usa, cómo se recogen y finalmente se reciclan.
Es una exigencia enorme. Por eso, no lo hacemos solos.
Trabajamos con grupos como la Alianza de Envases de cartón para Bebidas y Alimentos y 4evergreen, una alianza con más de 110 miembros de distintas industrias, desde productores de papel y pulpa hasta comercios minoristas y recicladores. Juntos, estamos desarrollando pautas de diseño compartidas que ayuden a garantizar que los envases basados en fibras sean reciclables a gran escala, explica Kinga. Este tipo de estándares hace que sea más fácil para todos los integrantes del sistema de reciclaje —especialmente las plantas de reciclaje— recuperar materiales valiosos en lugar de permitir que se desechen.
En 2023, 4evergreen actualizó su Directriz de Circularidad por Diseño para enfocarse en los envases para bebidas usados y dar una orientación más clara acerca de cómo diseñar para las plantas especializadas que procesan este tipo de materiales.
Al mismo tiempo —explica Kinga—, también estamos explorando nuevas formas de mejorar los materiales originales que se usan en los envases. Además de nuestro cartón procedente de bosques certificados por el FSC (Consejo de Administración Forestal) y otras fuentes controladas, estamos aumentando el uso de polímeros de origen vegetal hechos de caña de azúcar certificada por Bonsucro, un material renovable, completamente trazable, que ayuda a reducir el impacto climático de nuestros envases.
Y esto es solo una parte de una iniciativa más amplia. Cada año, invertimos aproximadamente 100 millones de euros en mejorar el perfil ambiental de nuestros envases de cartón, ya sea mediante el desarrollo de estructuras de material más simples, el aumento del contenido de fibra o la exploración de barreras de papel sin poner en riesgo la inocuidad alimentaria.
«Diseñar para el futuro no se trata de marcar un casillero. Se trata de darle a un envase las mayores probabilidades posibles de permanecer en circulación y mantener materiales valiosos en uso», afirma Kinga Sieradzon.
Diseñar con la reciclabilidad en mente es solo la mitad de la ecuación. La otra mitad consiste en asegurarse de que lo que se recicla realmente se utilice.
En distintas industrias, estamos viendo actualmente signos alentadores de demanda de materiales de cartón reciclado, en particular polyAl, un compuesto de polímeros y aluminio recuperado de los envases de cartón para bebidas.
Estos son algunos ejemplos de materiales que ya se están aprovechando en distintas industrias.
Según afirma Kinga, «mantener los materiales en uso no depende únicamente del reciclaje, sino de crear mercados viables a gran escala para los contenidos reciclados».
Incluso el envase más cuidadosamente diseñado necesita del compromiso de los consumidores para hacer realidad su potencial de circularidad. Es aquí donde la innovación digital desempeña un rol cada vez más importante para cerrar la brecha entre la intención y el impacto.
Estas son algunas formas en las que la innovación digital ayuda a mantener los materiales en circulación:
Desde interiores de automóvil hasta pallets de supermercado y desde polímeros de origen vegetal hasta sistemas de reciclaje facilitados por IA, el futuro del reciclaje ya llegó. Ahora hay que ampliarlo a gran escala.
«El futuro del reciclaje no radica en lo que desechamos, sino en lo que diseñamos, demandamos y construimos colectivamente».
Encuentre más de nuestros artículos sobre cómo toma forma el futuro de los alimentos aquí.