2018-11-12

¿Por qué la honestidad es la mejor política cuando se trata de los ODS?

Mario Abreu, vicepresidente de Sostenibilidad, Tetra Pak

Los desafíos ambientales, sociales y económicos a los que nos enfrentamos están conectados entre sí. Esto está identificado en los 17 objetivos y las 169 metas que constituyen su fundamento y son conocidos colectivamente como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Estos objetivos cubren una gran variedad de temas que incluyen igualdad de género, ciudades sostenibles, acceso a agua limpia y buena gestión, y se han convertido en palabras de moda. A medida que su popularidad crece, existe el riesgo de que se conviertan en un ejercicio de rellenar formularios para las empresas, una forma de lavado verde. Para evitar esto y alcanzar los ODS para el 2030, las empresas deben ser transparentes, y evaluar y reconocer dónde pueden tener un impacto, no solo uno positivo, sino también dónde existe la posibilidad de que tengan un impacto adverso.

Es importante que las empresas comprendan su contribución a los objetivos cuando elaboran informes sobre ellos, pero no es suficiente informar un progreso positivo respecto de uno o dos ODS e ignorar los impactos negativos en otro objetivo. Tomemos como ejemplo una empresa que produce paneles solares. Pueden afirmar que están contribuyendo positivamente a la innovación (ODS 9) y la acción climática (ODS 13), pero si no toman en cuenta todas sus operaciones, solo cuentan la mitad de la historia. En este caso, esto puede deberse a que los materiales que utilizan para crear los paneles solares podrían afectar el suelo (ODS 15), mientras que los residuos que están creando podrían tener un impacto negativo en el agua (ODS 14). Esta falta de transparencia es un problema grave y aumenta significativamente el riesgo de lavado verde.

En última instancia, las soluciones solo funcionarán si se integran. Por esa razón, nuestro enfoque con respecto a la sostenibilidad abarca toda la cadena de valor, y va más allá de nuestras propias operaciones y nuestros clientes. En Tetra Pak nos comprometimos a respaldar los 17 objetivos y, en 2017, dedicamos ocho meses a realizar una evaluación de materialidad rigurosa para identificar y priorizar aquellos aspectos de nuestro negocio en los que podríamos tener el mayor impacto económico, medioambiental y social o en los que podríamos influir sustancialmente en las decisiones de las partes interesadas.

Para ello, seguimos un proceso de cuatro pasos: Primero, identificamos a las partes interesadas: empleados, clientes, consumidores, personas influyentes clave, reguladores, organizaciones no gubernamentales (ONG) y proveedores. En los próximos años, también haremos participar a las comunidades, los recicladores y los medios de comunicación. A continuación, identificamos los aspectos materiales. Luego, analizamos estos aspectos en toda la cadena de valor, tanto en los materiales para envasado como en los equipos. A través de una serie de talleres, entrevistas e investigaciones, priorizamos estos aspectos y, como paso final, nuestra matriz de materialidad (trazada según los ejes de influencia en las decisiones de las partes interesadas y la importancia de los impactos en Tetra Pak) fue validada por nuestro Consejo de estrategia.

Al final, identificamos que el desperdicio de alimentos, el diseño del envasado y el uso de la energía son tres de los 14 aspectos materiales en los que creemos que podemos tener el mayor impacto como empresa. Al mismo tiempo, nos ayudan a hacer una contribución directa a los ODS 2 (Hambre cero), 12 (Producción y consumo responsables) y 13 (Impacto climático). Cada dos años volveremos a evaluar nuestros principales aspectos materiales para identificar posibles brechas y cambios que deben reflejarse, y ajustaremos nuestra estrategia comercial en consecuencia.

Tomar una perspectiva desde afuera hacia adentro siempre es útil. Un ejemplo fue la colaboración que hicimos con el Cambridge Institute para el Liderazgo en Sostenibilidad (CISL). El CISL tiene un programa llamado Reorganizar la economía, que ayudó a transformar los ODS en tareas que podrían ser llevadas a cabo por empresas, gobiernos o instituciones financieras. Tetra Pak fue invitada a contribuir con un informe del CISL por ser un ejemplo de una empresa que ha entendido el imperativo comercial de cumplir con los ODS. En otras palabras, no hacerlo solo porque es lo correcto, sino porque puede ofrecer beneficios comerciales.

En mis 19 años en Tetra Pak, la sostenibilidad siempre ha estado en el centro de nuestra promesa de proteger los alimentos, las personas y el futuro. Es decir, no somos nuevos en esto, y hemos estado estudiando la ciencia del medio ambiente durante décadas, pero la alineación con los ODS nos ha permitido expandir y evolucionar nuestro enfoque. Recientemente, publicamos nuestro Informe de sostenibilidad de 2018, que marca 20 años de elaboración de informes de sostenibilidad. A lo largo de los años, nuestro enfoque ha pasado de un compromiso con el medio ambiente a una evaluación de cada parte de nuestra empresa y su impacto.

Por último, reconozco que integrar la sostenibilidad en la estrategia de una empresa no es fácil. Sin embargo, creemos que es fundamental. Si bien, básicamente, dependerá de los gobiernos garantizar la implementación de los ODS a nivel nacional, los objetivos no se lograrán sin una acción significativa por parte de las empresas. Son las empresas las que impulsan el crecimiento económico y el empleo, y actúan como una fuente de innovación sostenible. Por eso es tan importante combatir el lavado verde. Especialmente, dado que las empresas se sienten más presionadas que nunca para promocionar su sostenibilidad y se adhieren a marcos como los ODS, es importante decir la verdad. Debemos reconocer lo bueno y lo malo, y formular un plan de acción para transformar a las empresas utilizando los ODS como plan general.