¿Está homogenizando en exceso y desperdiciando energía en el proceso?
Entonces, ¿cuánta presión es suficiente?
Empecemos el proceso desde el otro extremo: ¿qué tipo de producto se busca proporcionar? Empiece por la vida útil que desea para su producto lácteo (¿diez días? ¿tres meses? ¿más tiempo?), ya que esto determina qué tan pequeños deben ser los glóbulos de grasa. A partir de ahí podemos determinar qué presión es óptima para un homogenizador que funcione a una capacidad determinada.
Resulta que si solo se mide la presión en el proceso de homogenización, se está pasando por alto una medida clave: el grado de homogenización real de la leche. Y para ello, hay que medir la eficacia de la homogenización.
¿Qué es lo que afecta la eficacia de la homogenización?
Algunas variables importantes son:
- La composición de la leche, incluido el contenido de grasa y de proteínas.
- El diseño del dispositivo de homogeneización, en el que la leche se cuela a presión, para romper los glóbulos de grasa.
- La temperatura y la capacidad de funcionamiento.
Los mejores consejos para lograr una eficacia óptima de la homogenización
Utilizar la misma presión para todas las aplicaciones es un desperdicio de energía y dinero. No hay que temerle a la experimentación; solo hay que empezar con pequeños cambios. Estos son algunos consejos a tener en cuenta:
- Si trabaja en productos con diferentes contenidos de grasa, se puede reducir la presión al trabajar con un 0.5 % en comparación con un 3.5 %.
- Si se trabaja con diferentes capacidades, también se puede cambiar la presión para compensar el cambio producido en la altura de la brecha.
- Cuando se trabaja en productos con diferentes vidas útiles, será necesario cambiar la presión si, por ejemplo, se pasa de la leche pasteurizada normal a la de larga vida útil, o se pasa de la leche UHT de consumo local a la de exportación, en la que el tiempo de transporte adicional se “come” parte de la vida útil.
- Con frecuencia, la presión de la segunda etapa está configurada demasiado alta; el ajuste óptimo es de 25 a 30 bar. Una presión excesiva en este punto le roba energía a la primera etapa y disminuye la eficacia de la homogeneización.
- Si se desea invertir en una nueva máquina y se busca el mismo valor de eficacia de homogeneización de la leche que ofrece el equipo existente, se debe medir el índice de homogeneización de la leche producida en la máquina actual y encargar la máquina en función de esto, no en función de la presión.
- Si se desea ampliar la línea de productos para conseguir una mayor vida útil, o planificar el transporte para la exportación, hay que tener en cuenta que el almacenamiento y el transporte pueden tener un gran impacto en la formación de crema.
Comuníquese con nosotros para saber lo que la homogenización optimizada puede significar para su industria láctea.
Tres formas de medir la eficacia de la homogeneización de la leche
El método de Salud Pública de los Estados Unidos ha sido uno de los principales desde que se introdujo en 1947. Pero su aplicación toma 48 horas. El método de centrifugación NIZO se basa en el mismo principio, pero acelera el proceso de formación de crema natural y solo tarda aproximadamente una hora.
Nosotros recomendamos un tercer método, más avanzado, que mide la distribución del tamaño de las partículas (particle size distribution, PSD) con difracción láser. Todas las partículas dispersan la luz: las más grandes en ángulos agudos y las pequeñas en ángulos obtusos. Se utilizan detectores sensibles y modelos informáticos avanzados para calcular la distribución del tamaño de las partículas, lo cual solo toma diez minutos. Hemos demostrado que las medidas de la distribución del tamaño de las partículas se correlacionan muy bien con los valores de NIZO. La medida resultante es la eficacia de la homogenización, medida como porcentaje entre 0 y 100.
Homogenización
La homogeneización se utiliza para conseguir diferentes resultados: para evitar una línea de crema y sedimentación en productos lácteos; para mejorar la viscosidad, el sabor y la textura de bebidas a base de crema o jugo; para mejorar la sensación en boca de bebidas de soja; y para evitar la separación del suero en el yogur.
