Las tapas atadas son la última incorporación a nuestra gama de aperturas y cierres, lo que le permite alcanzar sus ambiciones en tres áreas esenciales: la inocuidad alimentaria, el desperdicio de alimentos y el medioambiente, de manera simultánea. Las presentamos ahora, mucho antes de que sea un requisito legal, como parte de nuestra ambición de ofrecer el envase de alimentos más sostenible del mundo*.
La solución TwistCap™ OSO 34 Pro es una tapa atada totalmente renovable con sistema de apertura en un paso y resellable que se encuentra disponible para los envases de cartón Tetra Rex®. Se basa en un mecanismo de apertura de rosca, con tiras atadas que mantienen la tapa unida al resto del envase. Las dimensiones del cierre permiten un buen agarre y facilitan el control de vertido, incluso con productos viscosos. Se trata de una opción perfecta para productos lácteos líquidos (LDP) refrigerados, así como para cualquier otro producto lácteo líquido (OLDP). Esta apertura en un paso viene con un precinto de seguridad ranurado, que garantiza que el producto no ha sido abierto previamente. Esta solución se ofrece en varios colores para que se adapte perfectamente a cualquier diseño de envasado.
La C38 Pro es una tapa atada resellable preparada para el futuro. Se basa en un mecanismo de apertura de rosca, y la tapa se mantiene unida al envase, lo que ayuda a evitar la generación de residuos. Además, cuenta con una banda de manipulación visible para que quede claro cuando se ha abierto el envase, lo que ayuda a garantizar la protección de los alimentos. El tamaño de apertura de 38 mm garantiza un flujo de líquido suave y uniforme. Esta solución se ofrece en varios colores para que se adapte perfectamente a cualquier diseño de envasado. Por otro lado, hay disponible una versión de origen vegetal de la tapa, que está hecha de polímeros derivados de la caña de azúcar. Esta opción aumenta la cantidad total de contenido renovable, lo que da como resultado una reducción prevista de CO2 en comparación con el envasado estándar.
*Esto significa crear envases totalmente fabricados con materiales renovables o reciclados, de origen responsable, que ayuden a proteger y restaurar el clima, los recursos y la biodiversidad de nuestro planeta; que contribuyan a una producción y distribución neutras en carbono; que sean prácticos y seguros, contribuyendo así a un sistema alimentario resiliente; que sean totalmente reciclables.