A medida que crece el mercado de alimentos envasados no perecederos, muchos productores buscan maneras de ampliar la producción o lanzar nuevos productos y formatos para aprovechar las oportunidades. Hablamos con Gustaf von Friesendorff, jefe de perspectivas competitivas de Tetra Pak, quien cuenta con una amplia experiencia global en la industria alimentaria, sobre cómo los fabricantes de alimentos pueden optimizar sus operaciones de envasado de alimentos.
Invertir en una solución flexible te permitirá llenar una gama más amplia de tamaños de envasado, con lo que podrás reaccionar rápidamente a las oportunidades y necesidades del mercado a medida que surjan. Es una forma de asegurar el futuro de tus operaciones, brindándote mayor libertad, pero también eliminando la necesidad de costosas inversiones futuras en líneas adicionales, que pueden complicar tus operaciones y ocupar mucho espacio adicional en la planta de producción.
Una solución flexible ofrece otras ventajas, como explica Gustaf von Friesendorff: «Poder abastecer a tus clientes y consumidores con diferentes tamaños utilizando la misma línea de producción puede abrir la puerta a más opciones, como promociones temporales. Una solución con flexibilidad integrada puede ampliar tus horizontes al no limitar los tamaños que puedes suministrar ahora o en el futuro si surge la demanda, especialmente con el lanzamiento de nuevos productos y cambios imprevistos».
La automatización del envasado de alimentos ofrece numerosas ventajas, como una mayor seguridad para los trabajadores, un proceso de producción más controlado y fluido, una calidad constante del producto y la eliminación de los errores humanos que resultan en costosas retiradas de productos.
Pero otra ventaja significativa de la automatización es la reducción de los costes de explotación en términos de mano de obra. «Los costes laborales están aumentando», afirma Gustaf. «Y, particularmente en los mercados emergentes, la producción de alimentos es muy manual y los salarios están subiendo. El trabajo puede ser repetitivo, aburrido y, a veces, físicamente duro, por lo que hay una alta rotación de personal y es necesario contratar personal nuevo constantemente».
Este problema se puede solucionar mediante la automatización. Gustaf afirma que pasarse de la operación manual a la producción de alimentos totalmente automatizada puede reducir la plantilla de una planta en aproximadamente un 80 %, dependiendo del tamaño de la operación, aunque señala que la automatización aumenta la necesidad de personal cualificado para supervisar los equipos.
Evidentemente, invertir en equipos automatizados de procesamiento y envasado conlleva costes significativos, pero la inversión se suele recuperar en un plazo «bastante corto», afirma Gustaf. «Quizás cinco años o menos».
A menudo, la automatización e integración de los diferentes procesos implicados en la preparación y el envasado de alimentos permite obtener el mayor aumento en la eficiencia operativa. Por ejemplo, una línea automatizada que integra el procesamiento de alimentos, el llenado de los envases y su posterior etiquetado puede generar grandes ahorros en mano de obra, espacio, tiempo y logística.
Gustaf explica: «Una línea automatizada que integra fluidamente diferentes operaciones requiere muchos menos operarios que una línea manual sin integración. Además, es una solución más sencilla, ya que conecta las diferentes operaciones, reduciendo el tiempo, la distancia y la logística que las separa».
Los tarros de cristal y las latas de metal preformadas ocupan mucho más espacio que los envases de cartón, que pueden almacenarse, manipularse y enviarse planos. Tus clientes también valorarán el hecho de que se puedan apilar y exhibir en los lineales del supermercado.
«En términos de logística, almacenamiento y suministro, se pueden colocar muchos más envases de cartón vacíos en un solo palé que tarros de cristal y otros envases preformados», explica Gustaf. «Los envases de cartón vacíos embalados en plano requieren aproximadamente el 10 % del espacio que los tarros de cristal, lo que significa que se requieren menos entregas y con menor frecuencia. También debemos tener en cuenta que los envases preformados utilizan piezas adicionales, como etiquetas, tapas y tapones, que deben enviarse en palés separados, lo que complica aún más los procesos de almacenamiento, logística y envasado».
Una vez llenos, algunos formatos de envasado siguen siendo más eficientes en cuanto al espacio que otros. Por ejemplo, al embalarse en un palé, las latas redondas y los tarros de cristal dejan un espacio vacío considerable. Por otro lado, los envases de cartón cuadrados encajan perfectamente entre sí sin desperdiciar espacio, lo que permite que cada palé contenga un promedio de al menos un 10-20 % más de producto, lo que proporciona una mayor eficiencia logística y ahorro.
¿Buscas mejorar la forma en que envasas tus alimentos? ¿Crees que alguna de las maneras que identificamos podría beneficiar a tus operaciones? Si es así, contáctanos para hablar sobre cómo podemos ayudarte a optimizar y tener un éxito aún mayor.